AMANECÍ SIN FUERZAS - ¿A QUÉ SE DEBE ESTA SITUACIÓN?

Existen momentos en la vida en las que nos sentimos sin fuerzas, el cansancio nos abruma y nos quita las ganas de seguir adelante, es que las batallas cada vez son más duras. A veces necesitamos una respuesta para todas nuestras preguntas, una palabra de aliento que nos motive a seguir.

Sentir el agotamiento

Muchas veces enfrentamos situaciones que nos quitan la paz y tranquilidad, esa sensación que nubla nuestra mente y no nos permite ver con claridad las cosas. Es que pareciera que todo está en nuestra contra, las situaciones llegan adsorbiendo nuestra energía y entusiasmo, nos desanima y nos vuelve vulnerable por muy fuerte que aparentemos ser siempre. Habrán momentos que nos quiebran y nos debilitan por todo lo que venimos acumulando, como enfrentamientos, discusiones y problemas personales que a diario surgen. Muchas veces sentimos ganas de rendirnos y tirar la toalla.

Son momentos difíciles y todos pasamos por ellos. En muchas ocasiones no sabemos qué hacer para salir de ese pozo donde estamos sumergidos, amargándonos la vida y quedando sin fuerzas para enfrentar las batallas de la vida. Hasta sentimos perder la fe y esperanza.

¿A qué se debe esta situación?

Las personas que normalmente  tienden a sentirse sin ánimos de nada y sentirse sin las fuerzas necesarias para continuar con su rutina diaria; son aquellas que han sido engañadas, decepcionadas, las que tratan de quedar bien ante los demás, ya que su vida gira en torno a una sociedad donde todo es apariencia. Personas que viven apegadas a los demás, no tienen un propósito en sus vidas.
Personas que se frustran por no encajar y agradar en sus círculos sociales, que cuando sienten rechazo o desaprobación, se sumergen y se encierran en un mundo del cual les cuesta salir, pierden el ánimo y las ganas de luchar por lo que quieren se debilitan ante las adversidades y prefieren quedarse encerrados en su mundo.

¿Qué podemos hacer ante esta situación?

Primero que todo comprender que somos seres finitos, y que siempre existirán situaciones adversas por las que debemos pasar para aprender y seguir creciendo. Entender que nunca estamos solos y que la “FE” no se debe perder aunque el camino sea duro es normal despertar y sentir que nos quedamos sin fuerzas. Pero es importante analizar la razón por la cual estamos desanimados, buscar un momento de calma, ese momento donde estemos solos y al cerrar los ojos despejemos la mente, para concentrarnos y encontrar una solución para todo lo que estemos sintiendo.

Es tiempo de demostrarle a la vida que no somos débiles y que cada batalla que peleamos nos hace más fuerte que aunque existan días oscuros y que las fuerzas nos falten no dejaremos que las situaciones nos quiebren, descansaremos si es necesario, pero no dejaremos que las tormentas nos arrastren. Entender que todo es parte del proceso de la vida y depende de nuestra actitud enfrentar cada situación o quedarnos sumergidos en la depresión. ¡Levántate y pelea, porque las batallas de la vida no se ganan tiradas en un sofá!

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